Por un tope fijado por el Gobierno, el reajuste se aleja fuertemente de la inflación; habrá un refuerzo de $55.000 para un grupo y por un mes; el bono siempre fue trimestral, pero Massa dijo que solo lo dispondrá para enero y febrero si gana las elecciones
Las jubilaciones y pensiones del sistema general de la Anses tendrán en diciembre un reajuste de 20,87%, un porcentaje que surge de haberse aplicado un tope a la movilidad anual -que está previsto en la normativa elaborada por el Gobierno-, porque el resultado de la fórmula arrojó, en rigor, un índice varios puntos más alto, cercano al 29%. Así, en el último mes del año el haber mínimo pasará de $87.459,76 a $105.713 y el máximo, de $588.521,35 a $711.346 (cifras en bruto que, en términos netos, son de $102.542 y $671.837 respectivamente). Esos importes regirán hasta febrero de 2024, ya que en marzo deberá haber otra actualización.
El porcentaje de la suba fue comunicado a través de la publicación de un video breve que incluyó un relato en off, a diferencia de los anuncios anteriores referidos a las subas por movilidad, que habían sido hechos por el ministro de Economía, Sergio Massa, y la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta.
El aumento de diciembre se ubica muy por debajo de la inflación, que en el trimestre de julio a septiembre trepó a 34,65%; así, los ingresos tendrán una muy fuerte pérdida de poder adquisitivo.
Hoy también se anunció que habrá un refuerzo de $55.000 para quienes tienen el haber mínimo, únicamente en diciembre. Hasta ahora, los bonos mensuales (surgidos ante la insuficiencia de la fórmula de movilidad) se venían disponiendo con vigencia trimestral, pero esta vez no fue así. Y ocurrió que, en su rol de candidato a presidente por el oficialismo, Massa tomó el tema y lo utilizó para desplegar una estrategia electoral.
Después de la difusión del mencionado video y de un comunicado de la Anses, el ministro y candidato participó de un acto político con jubilados en Esteban Echeverría. Y allí dijo que se dispondrían bonos para enero y febrero, de $65.000 y $70.000 en cada caso, pero solo con la condición de que él gane las elecciones presidenciales.
Así, si bien Massa ya limitó a la próxima gestión (sea propia o sea de Javier Milei) con un mayor gasto y con una menor recaudación impositiva -a partir de varias medidas tomadas-, en este caso se negó a darles a los jubilados la extensión temporal de tres meses que el bono ya tenía como algo habitual. De no corregirse lo anunciado, en enero y febrero muchos verán una caída nominal en sus ingresos; es decir, en un contexto de altísima inflación, recibirán menos pesos.
EL AJUSTE LO PAGAN LOS JUBILADOS Y LOS ASALARIADOS
Por aplicación del índice de movilidad, los ingresos previsionales y los cobros por hijo para asalariados, monotributistas y desocupados acumularán en todo 2023 un incremento nominal de 110,9%. Según estimaciones hechas por diferentes centros de estudios económicos y publicadas por el Banco Central en su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el aumento de los precios sería, de punta a punta del año, de alrededor de 180%.
De esa manera, los jubilados que no perciben bonos tendrían a fin de año un ingreso con el que podrán comprar un 25% menos que 12 meses antes. Esa recorte nada menor del ingreso real será aún más grave en algunos casos, concretamente de alrededor de 30%, porque hay quienes en diciembre de 2022 percibían un bono y desde septiembre de este año ya no lo tienen.
El nivel del porcentaje de reajuste para diciembre se explica porque, para ese mes de cada año, la ley aprobada a fines de 2020 dispuso la eventual aplicación de un tope a la suba anual por movilidad, una cláusula que perjudica a los jubilados. Es un tope vinculado con la evolución de los recursos que recibe la Anses. Por eso, y si bien la fórmula habría arrojado un resultado de entre 25% y 29% (el Gobierno no lo aclaró), la vigencia de esa cláusula legal hace que la recomposición se ubique, finalmente, varios puntos por debajo.
Según el economista Sergio Rottenschweiler, docente en la Universidad de General Sarmiento y especialista en seguridad social, el índice anunciado por el Gobierno surge de aplicar ese techo y, además, de hacerle correcciones a las variables del cálculo en función de los cambios que tuvo el impuesto PAIS, uno de los considerado en la fórmula, porque parte de su recaudación va a la Anses. La normativa indica que, para calcular la variación de la recaudación de recursos, se debe homogeneizar las variables, lo cual implica que, si se hicieron cambios en la normativa sobre el impuesto, la cuenta debe hacerse como si tales modificaciones no hubieran existido. Rottenschweiler había estimado días atrás que, de hacerse esas correcciones y de aplicarse el límite máximo para la suba anual, la movilidad a otorgar en diciembre quedaría muy cerca del 21%, algo que finalmente ocurrió.
Según cálculos hechos por el IERAL de Fundación Mediterránea, el dato sobre salarios difundido ayer por el Indec permitió saber que la movilidad de diciembre habría sido, sin el tope, de 28,9%. Incluso tomando en cuenta ese índice, la recomposición de los haberes habría quedado muy lejos de la inflación.
Fuentes: Diario La Nación-Medios Digitales