En el corazón de Misiones, donde se cultiva el 90% de la yerba mate de Argentina, la activista Patricia Ocampo y el fotógrafo César Masachessi nos invitan a reflexionar sobre la vida de los tareferos, trabajadores que, a pesar de su esfuerzo y dedicación, son invisibilizados por un sistema que los margina y explota.
César Masachessi ha capturado, a través de su lente, la esencia del día a día de estos cosecheros en una conmovedora serie fotográfica que acompaña su informe sobre los tareferos :El Rostro Oculto de la Yerba Mate, Las imágenes no solo muestran el arduo trabajo físico que implica la recolección de la yerba mate, sino que también revelan la dignidad y resiliencia de quienes, a pesar de las adversidades, luchan por sus derechos y un futuro mejor.
Los tareferos enfrentan jornadas de hasta doce horas en condiciones extremas, con sol, lluvia y barro como compañeros constantes. Su labor es fundamental para la tradición cultural del mate en Argentina, pero los beneficios de su trabajo rara vez se reflejan en sus vidas. La zafra principal, que se extiende de marzo a octubre, deja a muchos en la incertidumbre durante el resto del año, con escasas garantías de ingresos.
La historia de los tareferos se entrelaza con la de sus antepasados, los Mensú, quienes trabajaron en condiciones de esclavitud encubierta. Aunque las situaciones han cambiado, las desigualdades persisten. Barrios como 100 Hectáreas, San Miguel en Oberá, son un reflejo de esta realidad. Las viviendas precarias carecen de servicios básicos, y muchos dependen de conexiones eléctricas ilegales que solo agravan su precariedad.
A pesar de las condiciones adversas, los tareferos siguen aferrándose a sus sueños. Federico, un tarefero local, comparte su experiencia, resaltando la lucha por sobrevivir en un sistema que no les ofrece lo que merecen. La reciente zafriña, una oportunidad tradicional para generar ingresos, fue bloqueada por las grandes industrias, dejando a muchos sin opciones.
La Asociación de Tareferos y Trabajadores Rurales del Centro, dirigida por Roque Pereyra, trabaja incansablemente para gestionar subsidios, reclamar derechos laborales y brindar ayuda a quienes más lo necesitan. Sin embargo, muchos tareferos se ven obligados a trabajar en la informalidad para no perder beneficios sociales, perpetuando un ciclo de precariedad.
En cada ronda de mate, las historias de lucha y sacrificio se comparten, recordando que detrás de cada sorbo hay un esfuerzo inmenso. Es fundamental visibilizar a estos trabajadores y su contribución a nuestra cultura y economía. Patricia Ocampo y César Masachessi nos invitan a explorar este informe y a generar conciencia sobre la vida de los tareferos, quienes, a pesar de ser el corazón de la tradición del mate, siguen luchando por ser reconocidos y valorados en su labor.
La desigualdad, silenciosa y profunda, corre por estas tierras, y es responsabilidad de todos nosotros hacer un llamado a la justicia y la equidad en el reconocimiento de quienes mantienen viva esta tradición.
Para aquellos interesados en acceder al informe completo, pueden contactar a César Masachessi a través del correo electrónico cesarmasachessi1@gmail.com, seguir su trabajo en Instagram @masachessicesa