La agrupación K gestionará 12 municipios de Buenos Aires. Expectativa por lugares de poder en el gabinete de Axel Kicillof. La resistencia en el Congreso y la pérdida de dos organismos claves.
Por Ramon Indart para Perfil
El triunfo de Javier Milei y la derrota de Sergio Massa abre una nueva etapa para La Campora. La organización liderada por Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” De Pedro tendrá desde el 10 de diciembre del 2023 un escenario distinto al de los últimos cuatro años.
A la hora de administrar lo conseguido, La Cámpora gestionará 12 intendencias de la provincia de Buenos Aires, reforzando su anclaje en el territorio del conurbano. Así, estará al frente de los distritos de Quilmes, Mercedes, Carmen de Areco, Suipacha, Mercedes, Hurlingham, Colón, Carmen de Areco, Brandsen, Lanús, Quilmes, Rosales, Bahía Blanca y Olavarría.
Ante la posibilidad de un resultado adverso, se aseguró presencia en la Legislatura bonaerense ya que, con excepción de la Segunda sección electoral, encabezó todas las listas seccionales que otorgaban lugares para el Senado y la Cámara de Diputados bonaerense.
Máximo y Axel
Con este panorama, Máximo Kirchner tendrá su primera herramienta de negociación con el gobernador Axel Kicillof, erigido ahora como una de las principales figuras del peronismo para lo que viene. El mandatario había avisado que la reconfiguración de su gabinete comenzará el mismo lunes, luego de la elección.
Ante la derrota nacional, La Cámpora exigirá áreas de gestión importantes, aunque habrá que ver cuánto está dispuesto a ceder Kicillof, quien tiene una tensa relación con el sector de Máximo. El golpe más fuerte para “la orga” es la salida de dos áreas clave a la hora de construir política territorial: ANSES y PAMI. Fernanda Raverta y Luana Volnovich volverán al llano dentro de la organización.
Resistencia en el Congreso
Capítulo aparte será el rol de La Cámpora en el Congreso. Allí se repartirán, por un lado Máximo en la Cámara de Diputados y Wado irá al Senado. Cada uno tendrá un rol fundamental a la hora de tejer acuerdos dentro de la oposición peronista. La intención de ambos es evitar rupturas fuertes como sucedió en 2016 cuando ganó Mauricio Macri.
“La idea que tenemos es reordenar. El impacto fue altísimo, pero Máximo ayer estuvo en el escenario, cuando muchos esperaban que se borre. Y dijo presente. Es obvio que la derrota modifica el escenario, pero no será algo distinto a lo que ya vivimos. Una vez más vamos a demostrar que la organización política que tenemos no depende de los cargos, sino que va mucho más allá. Lo demostramos una vez y lo haremos de nuevo”, sentenció un dirigente a este medio.
Fuentes: Perfil/ Medios Digitales