Todo comenzó con la aprobación en Junio pasado en la Legislatura de la Provincia de Misiones de una ley denominada de “Promoción a la Producción de Bioinsumos” La normativa fue aprobada por mayoría y paralelamente en la misma ley se prohibió el uso del glifosato en el ámbito rural para reemplazarlo por bioinsumos.
La Voz Disruptiva
La ley misionera
Si bien el proyecto de ley tuvo como autores a varios diputados, se considera al presidente de la Legislatura, Carlos Rovira como el mentor de la misma.
Notablemente se la presentó como un proyecto destinado a establecer un marco regulatorio para la investigación de productos biológicos naturales, conocidos como bioinsumos, pero se le adicionó un artículo 7, donde expresa una explícita prohibición para la utilización del glifosato, sus componentes y afines en la provincia de Misiones.
Se da un período de “gracia” de dos años para adaptarse a la ley.
El glifosato
Es un componente presente en varios herbicidas -el mas conocido tiene el nombre de fantasía Round-up- de venta libre, de amplio espectro, que se usa para eliminar malezas no deseadas en la agricultura y sistemas forestales con un amplio uso en cultivos como yerba, tabaco y té.
Son una realidad los cuestionamientos al uso de los glifosatos en el mundo, Misiones ya tenía antecedentes en la materia, la provincia cuenta con una ley que prohibe el uso de glifosatos en ámbitos urbanos, y ahora esa prohibición está extendida también al “ámbito rural”.
“Este año vamos a trabajar muy fuerte en una ley que elimina el glifosato, uno de los elementos más dañinos del mundo”, advertía Rovira a principios del año 2022.
No hubo ni hay unanimidad acerca de la erradicación del glifosato y eso quedó reflejado en la votación de la ley, los diputados de JxC votaron a favor del proyecto en general, pero rechazaron el capítulo donde estaba el artículo 7, manifestando en esa oportunidad que “La eliminación del glifosato no puede ser una imposición del Estado, con el riesgo que alentaría el uso de agroquímicos más nocivos”.
La nacionalización del problema
Todo tomo otras dimensiones cuando tuvo difusión pública una carta enviada por la Tea Association of the USA Inc., organización gremial norteamericana que nuclea a los comerciantes de té que vigilan y controlan las condiciones del té que se comercializa en los EU., advirtiendo que dejarían de comprar el té que se produce en Misiones si se avanza en la suplantación del glifosato por bio-herbicidas que no están certificados internacionalmente. Desde ese organismo detallaron que actualmente son 52 las sustancias químicas autorizadas en los cultivos de té a nivel mundial y que se trabaja en la aprobación de otras, así como también los límites permitidos.
El negocio del té en Argentina
Para tener una idea de la dimensión del negocio del té, Misiones es la principal productora del país con 29.000 hectáreas, el 95% del total del área nacional, seguida por Corrientes.
Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, en el país se producen anualmente aproximadamente 80.000 toneladas de té, lo que representa el 90% de la producción total del continente americano. Actualmente, el 92 % de la producción nacional se exporta a granel, siendo Estados Unidos uno de los mercados mas importantes. Dicho país “importa aproximadamente el 66% de todo el té que se produce en Argentina”.
Motivaciones de la entidad norteamericana
Desde la Tea Association of te USA Inc., en la nota remitida a los industriales tealeros señalaron que “el té es un producto saludable, es seguro consumirlo y cumple con todos los requisitos reglamentarios de seguridad”. Ellos se encargan de hacerlos cumplir.
En la carta dijeron estar al tanto de la ley sancionada en Misiones y al hacer referencia concreta a la nueva legislación que empezará a regir a mediados de 2025, desde el organismo estadounidense señalaron que “tenemos entendido que el Gobierno de Misiones ha introducido una legislación que prohíbe efectivamente el uso de glifosato” en aproximadamente dos años. También “tenemos entendido que será sustituido por un producto de producción local. Si bien entendemos que actualmente se están realizando pruebas, nos gustaría señalar que, si se produjera un cambio sin establecer una tolerancia de importación para este nuevo químico producido localmente, todos los tés que utilicen dicho químico se considerarán adulterados y no se permitirán para su consumo”.
“El proceso para establecer una tolerancia para una nueva sustancia química por parte de la EPA toma un mínimo de 24 meses, lo que supone que los niveles y procedimientos de seguridad, uso y toxicidad se comprenden bien y se prueban minuciosamente”, indicaron finalmente.
Problemas “colaterales”
La advertencia hecha por la Tea Association of te USA Inc., requiere una rápida solución, porque puede tener resultados desalentadores para nuestra producción tealera, que cerró recientemente un “acuerdo de precios” insatisfactorio para los productores, castigados ya con el aumento de los insumos por la devaluación y por un valor de dólar té ya retrasado por la inflación.
Las ventas en esos mercados se hace con anticipación y cualquier noticia desalentadora o sospechosa hace bajar los precios.
Y una advertencia adicional, de la Voz Disruptiva como para pensarla y sin el ánimo de “levantar perdices”. En el inicio hablábamos de la amplia aplicación de los glifosatos en cultivos tanto del té como forestales, tabaco y yerba mate en Misiones, todos productos que tienen acceso al mercado norteamericano y en el caso de la yerba lo tenemos como un mercado-objetivo para desarrollarlo.
Parecemos que somos los únicos en el mundo que creamos nuestras propias “barreras para arancelarias”. ¡Que no nos pase los mismo que en el té, en la yerba, el tabaco o la madera!.