El aumento constante del combustible en Argentina y la devaluación hizo que el flujo comercial desde Encarnación, se empiece a revertir. Imprescindible; mejorar la competitividad.
El habitante de Posadas advierte que hoy, le conviene cruzar el puente, cargar nafta en el vecino país e incluso efectuar algunas compras como ropa, calzados, útiles escolares a precios -en algunos casos- muy inferiores.
La situación fue reconocida por el vicepresidente de la Cámara de Comercio encarnacena Daniel Ferreira, quien en reportajes radiales, afirmó que “A los argentinos les resulta más beneficioso comprar en la vecina ciudad “porque cada peso le va a rendir 7 guaraníes”. E indicó que “va en aumento el número de argentinos que cruza a la vecina ciudad paraguaya para hacer rendir su dinero”.
Acotó que “el peso argentino está ahora “bastante estable” respecto al guaraní y el dólar con relación al peso cada día tiene cada vez mejor cotización, todo esto hace que se esté dando vuelta la parte cíclica comercial que durante años favoreció a Argentina y hoy comenzó a beneficiar al lado paraguayo“.
Ferreira sostuvo que “El combustible es uno de los productos que a los argentinos les resulta más conveniente comprar”. El precio de los combustibles “ahora esta a la par entre ambas orillas, sin embargo destacó que la calidad del producto argentino sigue siendo mejor que el que se vende en Paraguay”. Al respecto señaló que “No vamos a negar que el carburante argentino es de mejor calidad que la que nosotros tenemos disponible”.
Ferreira acotaba que “Hemos notado la presencia de autos argentinos cargando nafta, no son muchos aún pero hay. Habitualmente son quienes vienen a realizar compras, aprovechan y cargan combustible”.
En Argentina:la nafta Súper en Posadas cuesta $952 el litro y la Infinia $1.143. Convertidos a guaraníes paraguayos al cambio de 7 guaraníes por peso, equivaldrían a G.6.664 y G.8.001 respectivamente. A su vez, en la capital misionera el litro de Diesel vale $1.225 , algo así como G. 8.575.
En Paraguay: la nafta Oikoite 93 vale G.6.150 ($878) y la Aratirí 97 G.7.500 ($1.071). Por su parte, el litro de Diesel vale G 9. 700, según explicó el vicepresidente de la Cámara de Comercio del vecino país.
Ferreira señaló también que “Todavía no tenemos el arranque que querríamos tener por una cuestión del dinero disponible en las calles, a la gente que viene del lado argentino a hacer compras todavía no le alcanza el dinero”.
Justamente esa falta de circulante de dinero en Argentina provoca que las ventas en Encarnación no hayan aumentado de manera rápida, sino que su incremento se esté dando de a poco.
Finalmente, expresó su deseo de “que el cruce de Posadas a Encarnación y viceversa se siga normalizando porque eso sin dudas alienta el comercio fronterizo”. “El hecho de que la rueda comercial fronteriza esté ahora a favor de Paraguay repercutirá de manera favorable a la economía encarnacena, una ciudad que -recordó – depende exclusivamente de los comercios, no tenemos ninguna cuestión de ingresos por fábricas, de industrias lastimosamente; dependemos netamente de la parte comercial, de lo que es producto de compra y venta y de los comercios que se habilitan”.
NUEVAMENTE SE HABLA DE “ASIMETRÍAS”
Las distintas medidas económicas impulsadas por el gobierno argentino, que llevó a un aumento de precios en el país, volvieron a resurgir las asimetrías de fronteras que complican a los comercios de Misiones.
Los habitantes de las periferias del país estamos acostumbrados a estas idas y venidas del comercio fronterizo. Y a una realidad invariable, pagamos caro cuando a los extranjeros les conviene venir, porque -y lo vivimos recientemente- los “de afuera” aceptaban cualquier precio para llevarse los productos que consideraban “baratos”, y los comerciantes locales aumentaban porque había compradores que los pagaban.
Pero también, cuando la situación cambiaria favorece a los argentinos, pagamos caro porque los locales venden poco y tienen que “mantener la estructura y sus gastos”, muchas veces se escudaron en el loable discurso de “mantener las fuentes de trabajo”.
Todo es cierto, pero como resultado, siempre los consumidores locales pagamos caro.
QUE LAS “ASIMETRÍAS” SIRVAN PARA MEJORAR LA COMPETITIVIDAD
En la actual situación económica del país, de futuro posible equilibrio cambiario y reducción de la inflación, donde sería factible soñar un horizonte de ordenamiento de los precios relativos de los distintos productos que se producen localmente, constituye una muy buena oportunidad, analizar los elementos que distorsionan los precios y corregir situaciones que quitan competitividad.
Hacerlo seriamente para no caer en las recetas facilistas de pedir “precio de dólares diferenciales”, como ya escuchamos recientemente a un dirigente exportador de productos forestales. O subsidios extraordinarios -que paga toda la sociedad- para mejorar la competitividad y “poder exportar”. O pedidos de restricciones a la compra de mercaderías en el exterior, como ya hubo también en estos días sugerencias al respecto.
No son modos de mejorar la competitividad de las actividades. Las soluciones pasan por analizar seriamente todo el sistema, incluyendo el tema de las exigencias del estado, normas costosas, impuestos exorbitantes, costos de servicios, todo debe observarse para despejar normas inservibles y que las soluciones sean perdurables para que la economía crezca.
Fuente: Medios digitales
