Los lácteos y vinos siguen subiendo pero el resto ha tenido retrocesos de alrededor de 20%. Otros bajan por la recesión y por algunos importados. El ingreso de los importados de Brasil más baratos presiona a la baja. Advierten que hay muchos artículos vencidos o por vencer en góndolas.
La recesión económica, la caída de las ventas debido a la fuerte inflación; sumado a la importación principalmente de Brasil hizo retroceder en forma desordenada el precio de algunos alimentos provocando una dispersión en los mayoristas, supermercados y almacenes de barrio. Los comerciantes creen que en los próximos meses se irá estabilizando.
Se recomienda buscar precios
En este sentido, recomiendan buscar precio, no convalidar cualquier valor y revisar las fechas de vencimiento porque hay numerosos artículos en góndola que están próximos a vencerse. Esto ocurre debido a que la gente consumió menos todos estos meses y mucha mercadería quedó sin venderse.
Bajó la inflación
La inflación de abril, que se conoció el martes, confirmó la tendencia a la baja de la inflación pero, de acuerdo a los especialistas del rubro, se debe a la pérdida de poder adquisitivo y el retroceso de la economía.
Carlos María Beigbeder, empresario del rubro alimenticio de Misiones, sintetizó así: “Milei está matando la inflación con recesión”. El empresario convalidó las cifras del INDEC e incluso dijo que la baja de precios incluso fue mayor.
Al mismo tiempo, aseguró que están entrando productos importados que cuestan cuatro veces menos que los que había en el mercado local.
“En general todo viene bajando y se está notando en las góndolas” la desaceleración de precios, dijo. “Si se analiza a nivel supermercados, capaz que (la inflación) sea un poquito más baja que los ocho puntos que dio: yo creo que en torno al 4-5%”, analizó.
Los precios de los bienes se están acomodando a la baja
“Todavía hay muchos bienes que se están acomodando pero en líneas generales viene para atrás, salvo algunos rubros: bebidas con alcohol, vinos, pero el resto de los productos no viene subiendo el precio”, explicó.
En cualquier caso, aclaró que la moderación de la inflación en el último mes se debe “por supuesto” a la creciente recesión y a que la gente compra cada vez menos.
Por su parte, Nelson Lukowski, supermercadista de Posadas, confirmó que los precios bajaron “pero eso no significa que haya deflación”. Aclaró que “era lo que esperábamos, y en el rubro alimenticio puede ser un poco menos todavía (que los 6,5%)”.
Hubo vivos que en diciembre se pasaron
Señaló que no hay deflación sino que “los vivos que se pasaron con los aumentos en diciembre, ahora se les cayeron tanto las ventas que tienen que apuntar para abajo”.
Indicó que poco a poco se van ‘acomodando’ los números. En materia de precios, mencionó que “en un negocio de barrio el kilo de arroz está entre $1.800 y $1.900, cuando estaba $2.400. El aceite registró un porcentaje de 20% pasando de $2.000 a 1.400 o 1.700. Y el azúcar, en octubre del año pasado se llegó a pagar $1.400 y hoy está entre $800 y $1.000”. Aclaró que los lácteos siguen subiendo y que “el queso de enero a este mes subió un 100%”.
Vencimiento e importados
Beigbeder advirtió que “hay que mirar las fechas de vencimiento” antes de comprar un producto “barato”, ya que muchas veces los empresarios los ponen en oferta precisamente para “sacárselos de encima”.
Lukowski hizo el mismo comentario: “También la baja de precios es porque se están venciendo productos”. Por eso, recomendó estar atentos al momento de “stockearse”, porque pueden estar vencidos o con fecha de vencimiento próxima.
También se le consultó a Carlos María Beigbeder sobre los posibles efectos de la apertura de importaciones, si ya le llegaron algunos y a qué precio. El empresario respondió que “hay diferencias que son abismales”. Por ejemplo, “el aceite de oliva está en la Argentina a $30.000 el litro y se podría conseguir a $6.000 el litro”.
“El problema son acá los productores locales, que están totalmente locos: el precio internacional está entre US$ 3,5 y 4,5 por litro de aceite de oliva y acá lo quieren cobrar a US$ 30. Hay que ver cómo juegan los impuestos. Pero sí hay productos que son llamativos, la diferencia es importantísima”, finalizó.
Fuente: Primera Edición/ Medios digitales