Esperemos que las Fuerzas del Cielo eviten que Milei haga mal las cosas que todos queremos que haga bien
Por Alejandro Borensztein Para: Clarin
Antes que nada, plantemos bandera en una de las causas a defender este año. De ninguna manera podemos permitir que el Congreso modifique el sistema electoral eliminando las boletas partidarias de papel e implementando la boleta única. Eso atentaría contra una de las tradiciones más divertidas que tiene la política nacional como es el fraude. Además terminaría con una de las actividades más rentables que tenemos hoy en día: postular a tu cuñado como candidato presidencial y recibir del Estado Nacional cientos de millones de mangos para confeccionar boletas que nunca se imprimen. La excusa de que la boleta única evita movilizar miles de fiscales para evitar el choreo es solo una excusa. Digámoslo con claridad: si un candidato no dispone de 150.000 fiscales para cuidar las urnas, entonces que no se presente y a otra cosa mariposa. Desde esta página vamos a señalar y felicitar con nombre y apellido a cada legislador que se oponga a la boleta única. Listo.
Dicho esto vamos a lo importante.
Parece que no pero al final en los veranos siempre pasan cosas. Por eso, ahora que entramos en tiempo de vacaciones, hay algo muy importante que aclarar. En los países normales, o sea en donde las cosas más o menos funcionan con canillas de las que sale agua e inflación anual de un dígito, sus gobernantes suelen tener vacaciones. Pensemos por ejemplo en el primer ministro Justin Trudeau que tiene la suerte de gobernar Canadá o, si prefieren más cerca, en el presidente Lacalle Pou que la lleva de taquito en Uruguay. Toda gente afortunada que se puede tomar unos días de descanso porque les han tocado países fáciles.
En cambio hay otros que ligaron mal y no pueden darse el lujo de “il dolce far niente”. Por ejemplo, es imposible imaginar a Zelenski panza arriba en Cancún. No es que no se lo merezca, al contrario, pero evidentemente el tipo está 24×7 en su refugio de Kiev aguantando la invasión rusa y de ahí no se mueve.
Salvando las distancias, lo mismo debería pasar acá en la Argentina. El quilombo es tan grande que la cosa no da para que un dirigente que ocupa un cargo público salga de vacaciones. Ni hablar de los que recién asumieron el 10 de diciembre. Esto es importante aclararlo ahora que vienen sesiones parlamentarias importantes, porque no sería raro que Juntos por el Cambio pierda una votación por un inútil que se quedó en Miami. Ya les pasó. O que Unión por la Patria no pueda defender los intereses de las grandes mayorías populares porque un diputado sigue navegando en Marbella.
En todo caso, podríamos ser contemplativos con gente como el legislador peronista José Mayans, que es senador por Formosa desde 2001. O sea que el tipo lleva 23 años encerrado en el Congreso y bancándose los gritos de Cristina. Para colmo cuando liga un par de días libres se va a Formosa donde lo esperan el gobernador Insfrán y 500 millones de mosquitos. Si a este muchacho no le damos unos días de descanso va a terminar reventando como un sapo.
Salvo excepciones como la de Mayans, el resto está obligado a quedarse laburando porque nuestro país está devastado. Para eso nos pidieron el voto y por eso se lo dimos. En ese sentido, es asombrosa la foto del Jefe de Gobierno Jorge Macri bajando de un avión privado en Punta del Este a 20 días de haber asumido. Es increíble que no se den cuenta de estas cosas y más increíble aún es que no tenga un solo asesor que le diga, “Dale macho, si la vas a hacer por lo menos baja del avión con una careta de Groucho Marx y un habano en la mano”.
Toda esta introducción viene a cuenta de que está por empezar la batalla del DNU y es muy importante que los equipos cuenten con todos los titulares. Se viene el primer superclásico del verano: Las Fuerzas del Cielo versus El Peronismo. No será Manchester City versus Real Madrid, pero tiene lo suyo.
Como ya hemos dicho en esta página, acá no opinamos de asuntos constitucionales pero leemos todo y nos gusta clarificar el panorama. Veamos.
Dado que el famoso DNU de Javi ha provocado tanto revuelo, es bueno que la principal fuerza que se le opone, o sea el peronismo, reciba las explicaciones correspondientes.
En principio, la explicación debería recibirla el presidente del PJ Nacional que es nada más y nada menos que Alberto Fernández. A juzgar por las fotos que llegan desde Madrid, es obvio que el “expresidente” sigue en su rol de Topo arruinando lo poco que queda del kirchnerismo, razón por la cual no creo que dure mucho más en el cargo. Pasemos a la segunda autoridad en importancia que es el presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner que sigue en el cargo simplemente porque todavía no se le animan. Vaya entonces para él esta reseña.
Los DNU se introdujeron en la Reforma Constitucional de 1994 para que los presidentes no puedan decretar lo que se les cante, salvo en casos de extrema necesidad y urgencia. Dado que aquella reforma se hizo simplemente porque Menem no quería volverse a casa en el 95 y necesitaba habilitar la reelección, muchas cosas quedaron sin reglamentar. Entre otras los DNU.
En el año 2000 una ignota diputada peronista presentó un proyecto para reglamentarlos según el cual los DNU solo entraban en vigencia luego de ser aprobados por mayoría absoluta de ambas cámaras. La idea era que un DNU fuera fácil de rechazar y difícil de aprobar. Por supuesto nadie le dió ni cinco de pelota y el proyecto voló por la ventana.
Años después, en 2006, esa misma diputada ya era senadora y decidió volver a presentar un proyecto para reglamentar los DNU, pero esta vez en el sentido opuesto. O sea, una ley que los haga casi imposible de rechazar. Según la Ley 26.122 impulsada por aquella legisladora, los DNU entran en vigencia ni bien se firman y el requerimiento de mayoría absoluta en ambas cámaras ya no es para aprobarlos sino para rechazarlos. Mientras esto no ocurra el DNU queda firme. La realidad es que nunca ocurre. Esta es la razón por la que jamás se rechazó ninguno de los 562 DNU que firmaron Néstor (236) , Cristina (78), el Gato (70) y Alberto (178). Por ahora Javi firmó uno solo, pero flor de DNU.
A esta altura del relato, seguramente Máximo querrá saber quién era aquella diputada y luego senadora que impulsó la ley. Exactamente, fue Mami.
¿Por qué Mamá cambió su proyecto original del año 2000 y lo terminó impulsando al revés en el 2006? Porque en el 2006 el presidente que necesitaba firmar los DNU era Papá. ¿Quién se beneficia ahora en 2023 de lo que hizo Mamá en 2006 para ayudar a Papá? Si señor, usted lo ha dicho: Javi.
De esto se desprende que la próxima vez que convoquen a una marcha contra el DNU no debería ser a Tribunales sino a la puerta del Instituto Patria. Una vez más el kirchnerismo termina siendo víctima de sus propios engendros. Diría Ruben Blades: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
¿Dónde nos paramos el resto de los mortales frente al DNU, la Ley Ómnibus y la mar en coche? En el único lugar posible: que las Fuerzas del Cielo eviten que Javi haga mal las cosas que todos queremos que haga bien.
Macho, no escuches a los que te dicen que avances sin darle bola a nadie. Escuchá a los que saben de política.
Esta semana se cumple recién un mes. Nada. Hay tiempo.Tampoco tanto.
Fuente: Diario Clarin/ Medios digitales