La FAO, el Vaticano y Ministerio de Agricultura de Chile abordaron soluciones ante la necesidad de evitar la pérdida y desperdicio de alimentos
La voz disruptiva
La Oficina Regional de FAO para América Latina y el Caribe con sede en Santiago de Chile fue la sede el 24 de Agosto, de la reunión denominada “Prevenir y reducir las pérdidas y los desperdicios de alimentos en el contexto de la seguridad alimentaria y nutrición. Un reto intersectorial”.
Participaron de la misma Monseñor Vincenzo Paglia, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede; Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO; y Esteban Valenzuela, Ministro de Agricultura del gobierno de Chile.
Según datos de la FAO el 13,3% de los alimentos a nivel mundial se pierden anualmente mediante manipulaciones posteriores a su explotación agrícola, en pasos como el transporte, almacenamiento, venta y aún después de su procesamiento. Esta estadística, sumado al hecho de que 43.2 millones de personas en América Latina y el Caribe padecen hambre y 159 millones enfrentan inseguridad alimentaria, destaca la imperante necesidad de gestionar eficazmente el uso de alimentos en todos los países.
El representante de la FAO, se refirió a la situación actual de las producciones de alimentos, asegurando que “un tercio de lo que se produce en el mundo se está perdiendo o desperdiciando” y que “con una reducción del 50% de los alimentos perdidos o desperdiciados, podríamos tener suficientes frutas y vegetales para cubrir las recomendaciones globales de diversidad de dietas”.
El representante del Vaticano, Monseñor Vincenzo Paglia, propuso en primer lugar, la puesta en marcha de datos sobre el desperdicio alimentario en el continente latinoamericano, donde “menos datos hay sobre el fenómeno del desperdicio alimentario”, para palpar “el peso real de este escándalo”. En segundo lugar, expresó “la necesidad de que todas las partes implicadas en la llamada cadena alimentaria se unan para solucionar la lacra del desperdicio de alimentos”, y finalmente planteó “que el último campo de intervención requiere un enfoque cultural diferente. La alimentación es la vida de las personas y de la sociedad”, aseguró.
El ministro Valenzuela, se refirió a las medidas y esfuerzos que se están llevando a cabo en Chile para avanzar en esta materia, asegurando: “Nuestra labor es garantizar un sistema agroalimentario que sea sostenible y justo. Estamos comprometidos en trabajar colaborativamente para atender este desafío”.
En la reunión se insistió en la necesidad de un fuerte trabajo intersectorial para disminuir la pérdida y desperdicio de alimentos, y advertir que en una región como América Latina y el Caribe, que produce alimentos para el doble de su población y que es un referente en producción agrícola y pesquera, se desperdicie el 11,6% de sus alimentos. También es preocupante que los alimentos esenciales para una dieta saludable, como frutas y pescados, sean los más desaprovechados.
Estas cifras reflejan una disfunción en el sistema agroalimentario, y una evidente inequidad en la distribución de alimentos, con repercusiones que afectan el buen vivir, las esferas económicas, sociales y ambientales.
Fuente: Oficial de Prensa y Contenidos FAO RLC