Misiones reduce Ingresos Brutos: alivio tardío, parcial y transitorio

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El gobierno provincial anunció la baja temporal de la alícuota de Ingresos Brutos para el sector industrial, una medida largamente exigida por cámaras empresarias. Sin embargo, su vigencia es solo hasta diciembre de 2025, lo que refuerza su carácter limitado y parcial en un contexto donde no se discute la estructura tributaria en su conjunto.

Un reclamo histórico de los actores económicos de Misiones

Desde hace años, la Confederación Económica de Misiones (CEM), la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) y otras entidades empresarias vienen exigiendo una reducción de la carga tributaria provincial y la eliminación de mecanismos de control considerados distorsivos. En reuniones recientes con la Agencia Tributaria Misiones (ATM) y el Ministerio de Hacienda, los privados habían planteado su preocupación por la pérdida de competitividad frente a provincias vecinas y, sobre todo, frente a los comercios de Paraguay y Brasil, donde los precios resultaban sensiblemente más bajos. Las cámaras insistieron en que el esquema fiscal vigente desalentaba inversiones, encarecía insumos y trasladaba costos innecesarios a consumidores y empresas.

La medida oficial: reducción de la alícuota para industriales

En ese contexto, el gobernador Hugo Passalacqua anunció que, a partir del 1º de septiembre, la alícuota de Ingresos Brutos para contribuyentes industriales bajo convenio multilateral baja del 3,5% al 1,5% sobre la base imponible. La decisión fue instrumentada por la Resolución General 17/2025 de la ATM y ratificada por la Resolución 905/2025 del Ministerio de Hacienda, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2025.

El beneficio aplica exclusivamente a quienes:
– tengan actividad principal industrial y domicilio fiscal en otra jurisdicción,
– integren el nuevo Padrón de Proveedores de Industria,
– operen con contribuyentes industriales domiciliados en Misiones,
– y acrediten el pago de las últimas 12 declaraciones juradas del impuesto.

El gobierno provincial busca con esto “fortalecer la competitividad, mejorar la liquidez empresarial y sostener la inversión y el empleo”. Pero no se trata de un cambio estructural del esquema tributario, sino de una medida acotada en el tiempo y solo para un sector.

Las “aduanas paralelas” y el costo social

El anuncio fue recibido como un alivio, pero también con sabor a “insuficiente”. Durante años, los controles fiscales en las rutas de acceso a Misiones —popularmente bautizados como “aduanas paralelas”— se convirtieron en símbolo de un sistema que terminó castigando a la producción local. Las industrias y comercios pagaron sobrecostos por insumos y mercaderías retenidas o encarecidas, lo que derivó en precios más altos para la población. El consumidor misionero recién pudo comprobar la magnitud de esa distorsión cuando encontró productos equivalentes más baratos en los comercios de Encarnación y de localidades brasileñas fronterizas.

La cautelosa opinión del sector empresarial

El Contador Alejandro Haene, directivo de la Confederación Económica de Misiones, en una entrevista publicada por Economis se refirió con cautela a las medidas de alivio fiscal implementadas por el gobierno provincial: “Siempre soy positivo, entre cero y algo, me quedo con algo. Las medidas de la Agencia Tributaria Misiones son un estímulo y hay que recibirlas bien. Desde el sector privado siempre pedimos baja de la presión fiscal en los tres niveles: nacional, provincial y municipal. En lo nacional no hubo alivio; en los municipios, al contrario, hubo aumentos. Allí es donde más pesa porque no se puede mover una industria o un comercio de ciudad. Por eso lo que venga de la provincia es bienvenido”.

Y agregó: “Son un paso. Es como el reloj lento pero sin pausa. Ahora tendrán que venir otras. La recaudación se mantuvo a pesar de la caída del consumo, gracias a contribuyentes en convenio multilateral. Lo importante es que no solo llevemos problemas, sino también alternativas de solución. En este caso, la industria recibió un alivio. Habrá que seguir proponiendo medidas que equilibren la carga sin erosionar la recaudación”.

Mirando el futuro

El gobierno presenta esta reducción impositiva como una decisión estratégica para proteger a las industrias misioneras. Pero lo cierto es que llega luego de un prolongado deterioro de la competitividad, que empujó a muchos empresarios a la protesta, a otros a radicarse en Corrientes donde las condiciones fiscales eran más “amigables”, y a los damnificados, a protagonizar varios episodios de violencia en los accesos a la provincia.

Nadie parece hacerse cargo del daño acumulado: años de costos inflados artificialmente, inversiones frustradas y pérdida de oportunidades. Si con la reducción de alícuotas y la eliminación progresiva de controles distorsivos se hubieran aplicado antes, Misiones hubiera evitado parte del retroceso que hoy intenta revertir.

Lo deseable sería que esta medida temporal no quede aislada, sino que forme parte de un programa más amplio de simplificación y reducción impositiva, que involucre también a municipios y genere un horizonte de previsibilidad. Solo así la provincia podrá salir de la lógica del parche y avanzar hacia un esquema más competitivo y moderno.

Fuente: LVD y medios digitales