Habrá que tener misericordia con la oligarquía kirchnerista en este momento tan difícil.
Por: Alejandro Borensztein Para: Clarin
Antes que nada, sinteticemos lo importante: dólar a una luca, inflación 150%, pobreza 47%, indigencia 9% y más de 100.000 millones de dólares de deuda nueva en la bola de Leliqs más grande la historia argentina. Parece mentira el desastre que hizo este muchacho Milei en solo cinco días hábiles.
Dicen los kirchneristas que de haberse sabido antes que el León iba a liquidar en una semana de gobierno todos los logros de las dos décadas ganadas, el pueblo no lo hubiese votado. Un concepto que expresa el comprensible resentimiento que la derrota ha generado en este nuevo gorilismo del siglo XXI.
Como tantas veces en la historia, los grandes movimientos nacionales y populares eligieron un líder, en este caso Javi, que los llevó a la victoria y ahora les importa un pepino lo que anden diciendo por ahí. Con una mano en el corazón, debemos tener misericordia y ser solidarios con la oligarquía kirchnerista, en este momento tan difícil.
Podemos imaginar lo mal que la deben estar pasando Cristina, Sergio, Máximo, Wado, Insaurralde, Moyano, Lázaro y demás terratenientes al ver que sus éxitos se escurren como arena entre los dedos. Distinto es el caso de Alberto que ya anda en otra cosa, allá en la concesionaria.
Es de esperar que esta clase dominante que tanto hizo por el país, ya sea la rama chavista como la rama Marbella, se recupere rápidamente y vuelva a la lucha callejera, cosa que, por otra parte, es lo que mejor les sale.
Hubo dirigentes visionarios que se adelantaron a los hechos y anunciaron planes de lucha antes de que Milei asumiera. Tuvieron que aclarar que eran planes para enfrentar al gobierno entrante y no al de Cristina, Alberto y Massa que, como todo el mundo sabe, fue un gobierno hermoso que no se merecía ningún plan de lucha. Ni un mísero paro general. Cuatro años impecables.
Hubo otros peronistas, más cautelosos ellos, que se bancaron la jura del domingo, aguantaron todo el lunes y parte del martes sin alistarse en la resistencia pero, entre el martes a la noche y el miércoles, sintieron que no podían seguir tolerando tanto atropello contra el pueblo y salieron con todas sus fuerzas. Para cuando llegó el viernes a la tarde, la resistencia kirchnerista se había hecho carne a lo largo y ancho del país. Tronaban la voces de Grabois, D’Elía y otros microemprendimientos.
Recién se cumple la primera semana y ya están comparando a este gobierno con la dictadura, a Milei con Videla y a Caputo con Martínez de Hoz. Incluso el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, expresó que el gobierno está haciendo un “genocidio social” (textual). Recordemos que este muchacho había dicho el pasado 6 de septiembre:“Si Milei gana las elecciones renuncio a la gobernación”. Se ve que el tipo ahora cambió de opinión y decidió quedarse para luchar y sacrificarse por su pueblo. Su chofer también se queda.
Por supuesto, como es habitual en estos casos, el peronismo primero mandó al frente a la izquierda. El jueves aparecieron Bregman, Solano, Belliboni y demás luchadores populares explicando que van a salir a la calle en defensa y representación de los intereses del pueblo. Un razonamiento un poco extraño teniendo en cuenta que hace un par de semanas todos ellos juntos sacaron 700.000 votos y Milei sacó casi 15 millones. Caprichos que tiene la democracia burguesa.
Enfrente los espera Patricia Bullrich, con los 6,4 millones de votos que sacó ella solita, rodeada por todas las fuerzas de seguridad y apoyada por una mayoría de argentinos que tiene los huevos llenos de los cortes, los piquetes y la mar en coche. Si yo fuera la izquierda troska o La Cámpora, arrancaría más suave. Una solicitada o una pegatina de afiches, no más que eso. A lo sumo un mitin en plazoleta Falucho. De última, si son muchos y hace calor, se pueden juntar en la Reserva Ecológica aprovechando que tienen el río cerca y de paso se pueden dar un chapuzón, pero no andaría cortando calles. Me parece que todavía no da.
Considerando que el gobierno aún se está acomodando y viendo que no tenían demasiado claro el plan de arranque, no queda otra que aguantar y confiar en que esta vez funcione. Pensar en positivo. Un espíritu navideño no se le niega a ningún gobierno.
Sin embargo, es evidente que arrancaron con cierta torpeza. En dos días y con pocos medidas hicieron un zafarrancho monetario, cambiario, tarifario e inflacionario que terminó arruinando todo lo bien que veníamos con Alberto y Cristina. Una pena, con lo ordenadito que había dejado todo el ministro Massa.
Si Dios quiere, ya vendrán las medidas importantes. En principio, se va confirmando algo bueno: con las empresas prebendarias todavía no se metieron y parece que por ahora no se van a meter. Aleluya.
Aclaremos rápidamente que no es que no se meten por el hecho de que uno de los más destacados empresarios prebendarios es el primo del ministro Caputo. De ninguna manera. ¿A quien se le podría ocurrir?
Simplemente deben haber comprendido que hay muchas cosas de la joda prebendaria que son buenas para el país, como por ejemplo esos celulares maravillosos que se ensamblan en Tierra del Fuego, ideales para usar en la Argentina porque cuando te lo chorean no te calentás ya que mucho más tiempo no te iba a funcionar.
O la pilcha que hacen algunos textiles sobreprotegidos, toda gente que se viste afuera, pero acá te venden las milagrosas remeras argentinas. Por ejemplo, te comprás una remera básica color azul talle large, la usas una vez, la metés en el lavarropas y cuando la sacás tenés una nueva, ahora celeste y talle medium. Ideal para que también se la ponga tu jermu. Ella la puede usar todo lo que quiera y cuando la baranda no se aguanta más, la vuelve a meter en el lavarropas y sale una tercera versión: ahora grisecita y talle small. Justo para que la usen los pibes. O sea compraste una remera y ligaste tres. Eso compensa el hecho de que, por la misma guita, en la Quinta Avenida de Nueva York te compras tres remeras y te llevás gratis una visera con la cara de Trump que dice “Make America Great Again”.
¿Vendrán medidas más de fondo? Seguramente muy pronto, ni bien terminen de aprender donde queda el baño en la Rosada, cual es la clave del WiFi y en qué placard guardan a Ramiro Marra.
Vos tranqui, Javi. Dale para adelante que nosotros aguantamos. Acordate que tenés que rodearte bien. Escuchalos a todos, hacé como que les das bola y elegí lo que te parezca mejor. No sea cosa que las Fuerzas del Cielo se confundan y otra vez nos manden al mejor equipo en 50 años.
Fuente: Clarín