Huracán Otis | Acapulco devastado y cortado del mundo tras el paso del huracán. 24 horas después, la mítica localidad balneraria seguía sin electricidad ni internet. Los turistas no pueden salir ni llamar a sus familiares
La turística localidad de Acapulco, en el suroeste de México, quedó parcialmente devastada y aislada del resto del país el miércoles por la noche, casi 24 horas después del paso de un potente huracán.
“No hay vuelos de avión. No hay autobuses entre Ciudad de México y Acapulco”, constató un fotógrafo de la AFP después de que el huracán Otis tocara tierra con ráfagas de viento de hasta 315 km/h, según el gobierno mexicano.
“No hay señal de internet ni electricidad”, continuó el periodista, que tuvo que salir de la ciudad para transmitir sus propias fotos.
Las autoridades aún no han informado de víctimas.
El huracán ha afectado especialmente a turistas y visitantes, que no pueden salir ni llamar a sus familiares.
“Espero que alguien de mi familia me vea para que sepa que estoy bien”, dijo la turista mexicana Nely Palacios a la cadena Televisa, que pudo difundir imágenes de los daños.
Las primeras imágenes mostraban hoteles de lujo y centros comerciales reducidos a sus estructuras de cemento, así como escenas de saqueo.
Las ventanas del emblemático Hotel Princess quedaron destrozadas y el edificio parcialmente destruido, según un vídeo que circuló por las redes sociales.
“Los daños materiales son devastadores. No tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos”, dijo a Televisa Citlali Portillo, administradora de una residencia turística.
“El edificio se movía como si fuera un terremoto”, añadió.
El huracán, de fuerza 5, tocó tierra el miércoles poco después de la medianoche hora local (06:00 GMT). Se formó muy rápidamente, en pocas horas, frente a las costas del Pacífico mexicano.
Tomados por sorpresa, los residentes se protegieron lo mejor que pudieron. “Tuvimos que cerrar las puertas con lo que encontramos”, dijo Eric Hernández.
Residente de un pueblo cercano, el joven de 24 años acompañaba a un familiar a una clínica de Acapulco cuando el huracán azotó la zona.
“Pudimos ver cómo (el huracán) se llevaba los coches”, añadió mientras caminaba hacia su casa. “El piso de la clínica se movía”.
López Obrador visita Acapulco
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, intentó llegar a Acapulco por carretera por la tarde, llegando poco antes del anochecer. Su viaje se vio retrasado por los corrimientos de tierra. La autopista estaba atascada por el lodo, el agua y los árboles arrancados.
“Lo más importante es atender a las personas afectadas. Todavía no tenemos una evaluación de los daños, porque no hay comunicaciones“, declaró la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, al canal de televisión Milenio.
Una gran parte de Acapulco -que tiene una población de casi 780.000 habitantes- se quedó sin electricidad tras un corte preventivo, según los medios de comunicación locales.
La estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó el miércoles de que había restablecido el suministro al 40% de los 504.000 usuarios afectados en la región de Acapulco.
Tras tocar tierra, el huracán se debilitó como se esperaba a medida que se adentraba en el país.
Los otros huracanes que azotaron Acapulco
El 9 de octubre de 1997, Acapulco fue azotado por Paulina, que mató a más de 200 personas y causó uno de los peores desastres naturales del país al margen de un terremoto.
La semana pasada, el huracán Norma mató a tres personas un poco más al norte, en el estado de Sinaloa.
Abierto al Pacífico y al Golfo de México, México está expuesto a los huracanes durante la temporada que va de mayo a octubre-noviembre.
En septiembre de 2013, el huracán Ingrid, en el Golfo, y la tormenta tropical Manuel, en el Pacífico, azotaron simultáneamente México.
A medida que la superficie de los océanos se calienta, aumenta la frecuencia de los ciclones más intensos (o huracanes o tifones, según la región).
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es probable que la proporción de ciclones especialmente intensos (categorías 4 y 5) aumente un 10% en comparación con la era preindustrial con un calentamiento de +1,5 ºC.
Según el IPCC, más de mil millones de personas vivirán en ciudades costeras en peligro de aquí a 2050 como consecuencia de la subida del nivel del mar y de la sumersión marina.