El equipo de Insua jugó con uno menos todo el segundo tiempo por la roja a Pérez y aguantó el 1-1 por Batalla. Arbitraje polémico de Rapallini.
En inferioridad de condiciones, San Lorenzo sacó garra para resistir y sumar un punto en un clásico en el que el arbitraje de Fernando Rapallini estuvo en el foco. El equipo de Ruben Darío Insua igualó 1-1 con Racing en el Nuevo Gasómetro porque suplió el hombre de menos durante más de un tiempo por la expulsión de Rafa Pérez con un corazón enorme y porque Batalla tapó pelotas de fuego.
Maroni, engranaje del medio azulgrana. Foto: San Lorenzo
Propuso apretarlo bien arriba Gago a San Lorenzo con un esquema de tres centrales, Juanfer Quintero suelto y con Agustín Ojeda permanentemente sobre Malcom Braida para tratar de cortar con la sociedad que hace con Nahuel Barrios, una de las principales armas del Ciclón.
Arriesgó demasiado Gago. Su formación pareció toda una declaración de principios: “A todo o nada, muero con la mía”. Sin embargo, el que pegó primero fue el equipo local porque aprovechó los espacios que dejaba su rival atrás.
Tanto se preocupó por la subida de Braida que descuidó a Agustín Giay del otro lado. El carrilero derecho apareció solo adentro del área y remató dos veces en la misma jugada de riesgo. En la primera, la pelota pegó en la mano de de Gonzalo Piovi y de ese rebote tuvo un segundo tiro. Todo terminó en un tiro de esquina que nunca se llegó a ejecutar. Es que desde el VAR lo llamaron a Fernando Rapallini por la mano de Piovi y el juez marcó el correcto penal tras verla en el monitor. Federico Girotti se hizo cargo de la ejecución y no falló al elegir el palo derecho de Gabriel Arias, que acertó pero no llegó.
Girotti siguió encendido. Al toque tuvo dos chances más. Una se fue cerca y la otra fue bien atorado por Arias. Racing replicó con un zurdazo de Juanfer que pasó al lado del palo izquierdo de Augusto Batalla.
La Academia apretó con todo. Con el control del balón le merodeó el área al dueño de casa. En una de las aproximaciones, un remate pegó en el brazo de Malcón Braida, que estaba pegado al cuerpo. De manera insólito, Rapallini cobró penal, pero el VAR nuevamente lo llamó para que reviera otra pésima decisión. La vio y no le quedó otra que retrotraer su determinación. Si no hubiera sido por el VAR, el árbitro no le hubiese dado un penal a San Lorenzo y le hubiese dado al visitante uno que no existió. Parejito…
Desde Ezeiza tuvieron que volver a intervenir, esta vez en favor de los de Avellaneda. Es que Rafael Pérez le entró con un duro planchazo a Juan Nardoni. Rapallini no sancionó ni infracción y la acción siguió. Cuando se detuvo, la fue a mirar al monitor y le mostró la roja al colombiano. Así, San Lorenzo se quedó con uno menos sobre el final de la primera parte.
Pero habría más antes del descanso. Porque Racing llegaría al empate con un tremendo cañonazo desde unos 25 metros, inatajable para Batalla. La igualdad estaba realmente más acorde a lo que sucedió en una primera etapa en la que pasó absolutamente de todo.
Insua debió ajustar las cosas de cara al complemento. Sacrificó a Girotti y metió a Manuel Insaurralde para jugar de líbero. Así, Gonzalo Luján pasó al lugar vacante por el expulsado Pérez. San Lorenzo quedó sin delanteros netos en campo, pero de contragolpe tuvo de movida una clara en los pies de un escurridizo Perrito Barrios. También un centro de Braida que se fue cerrando y obligó al arquero a sacarla al tiro de esquina.
Racing contestó metiendo a los de Boedo contra su arco con un par de tiros de esquina. El escenario estaba claro: los blanquicelestes iban a ir a la carga por el triunfo y los azulgranas intentarían aprovechar alguna contra.
Batalla sacó una pelota de Nicolás Oroz sobre la línea depués de una jugada de mil rebotes. Ante este panorama adverso, un córner a favor era festejado casi como si fuera un penal por los hinchas cuervos.
El Gallego refrescó piernas. En uno de los cambios lo metió al uruguayo Gastón Ramírez, quien ingresó muy bien y le dio aire al equipo para recuperar la pelota y tenerla más bajo su poder, mientras que La Academia no lograba encontrar los caminos a la victoria. Un tiro de Agustín Almendra lo convirtió nuevamente en salvador a un Batalla enorme.
Racing no pudo quebrarlo y así todo terminó igualado en un final caliente por discusiones entre los bancos de suplentes.
Fuente: Mundo Azulgrana