(CNN) — Cuando Inglaterra salga al campo de juego el domingo en la final del Mundial Femenino de Fútbol, el equipo no tendrá el mismo aspecto con que el que se proclamó campeón de Europa el pasado mes de julio. ¿La diferencia? No habrá shorts blancos.
No son las únicas. Aunque algunas selecciones, como Zambia y Filipinas, siguieron vistiendo shorts claros en el torneo de este año, muchas se unieron a Inglaterra en la adopción de colores alternativos. El número de naciones cuyos uniformes llevan shorts blancos disminuyó con respecto al torneo de 2019, a pesar de que el número de participantes se amplió de 24 a 32. Cabe destacar que la mayoría de los equipos que optaron por el blanco la última vez, cambiaron de color para 2023, incluidos Canadá, Francia, Nigeria y Corea del Sur.
La medida forma parte de una tendencia creciente, que no se limita al fútbol, destinada a combatir la ansiedad que provoca la menstruación entre las deportistas.
Se produce después de que la selección femenina de rugby de Irlanda cambió sus shorts blancos por unos azul marino a principios de este año y de que los organizadores de Wimbledon flexibilizaran sus normas, permitiendo por primera vez a las competidoras llevar shorts de color oscuro bajo su vestimenta totalmente blanca. Después de que Inglaterra presentara sus nuevos uniformes para el Mundial, la delantera Lauren Hemp declaró a la prensa que la decisión de cambiar los shorts blancos por los azules era “un paso enorme en la dirección correcta”.
“Ahora podemos sentirnos cómodas cuando quizá no lo hubiéramos estado de ser nuestro período —añadió—. Es genial alejarse de los shorts blancos, no tener esa preocupación y centrarse en el juego”. Hemp juega en la Superliga femenina inglesa con el Manchester City, que en 2022 cambió su uniforme para excluir los shorts blancos, en favor de los color vino, a raíz de los comentarios de las jugadoras. (Los hombres del Manchester City siguen vistiendo el tradicional azul y blanco del equipo).
La decisión de eliminar los shorts blancos para las mujeres tiene detrás un impulso por la creciente popularidad de ciertos deportes, según Nicole Melton, profesora asociada de Gestión Deportiva en la Universidad de Massachusetts Amherst. Con más de un millón de entradas vendidas, la Copa Mundial de este año es el acontecimiento deportivo femenino independiente con mayor asistencia de la historia, según la FIFA.
“La atención mundial que el fútbol femenino ha recibido en los últimos 25 años, no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa y Sudamérica, significa que hay más atención y más interés en él —afirmó en una entrevista telefónica—. Y eso les ha dado a esas mujeres una plataforma más amplia para hablar de estos temas”.
Allison Smith, profesora adjunta de Liderazgo y Administración Deportiva en la Universidad de Massachusetts Boston, dijo en una entrevista telefónica que deshacerse de los shorts blancos “es algo muy pequeño que muestra el gran impacto que el deporte femenino está empezando a tener”.
“Las jugadoras sienten que tienen voz para desafiar realmente las normas tradicionales que siempre han estado vigentes para su deporte en particular, ya sean uniformes, entrenamientos o lo que sea —añadió Smith—. Las jugadoras tienen la confianza necesaria para alzar la voz y decir: ‘Oye, éstas ya no son prácticas aceptables para nosotras; no vamos a llevar estos uniformes en concreto ni a aceptar esta paga en concreto ni estas migajas que se nos han dado históricamente'”.
Las mujeres “no deberían avergonzarse”
Hemp no es ni mucho menos la única atleta que ha expresado su apoyo a la exclusión de los shorts blancos en el Mundial de este año. La neozelandesa Hannah Wilkinson, cuyo equipo optó por shorts negros y verde azulado en la competición de este año, dijo en un comunicado que “la ausencia de shorts blancos ahora es fantástica para las mujeres con cualquier tipo de ansiedad por el período”.
“Siempre ha sido algo con lo que las mujeres deportistas, no solo las futbolistas, han tenido que lidiar —añadió—. Al final solo nos ayuda a centrarnos más en el rendimiento y muestra un reconocimiento y aprecio por la salud de la mujer”.
Tradicionalmente, los fabricantes de uniformes deportivos se han inspirado en los uniformes masculinos para confeccionar los femeninos, ya que la mayoría de los grandes clubes crearon sus equipos femeninos mucho después que sus homólogos masculinos. Melton señaló que la prevalencia histórica de los shorts blancos en los deportes femeninos sugiere que apenas se ha tenido en cuenta la diferencia entre los cuerpos de las mujeres y los de los hombres.
“Simplemente no se ha tenido en cuenta a las mujeres”, afirmó. Y añadió que los cambios en las políticas y el diseño de los uniformes harán que las atletas se sientan más cómodas y seguras de sí mismas: “Las investigaciones demuestran que cuando te sientes así, rindes más”.
Melton espera que este movimiento ayude a que la menstruación deje de ser un tema tabú, no sólo en el deporte de élite, sino en la sociedad en general.
“Los chicos nunca se han avergonzado de llevar una copa. Una chica no debería avergonzarse de llevar shorts más oscuros cuando están en su período, pero por desgracia la sociedad ha hecho que las mujeres se avergüencen de cosas que simplemente forman parte de lo que son —afirmó Melton—. Es un acto bastante revolucionario que estas atletas digan: ‘Sí, esto es lo que deberíamos hacer'”.
La tenista Aryna Sabalenka en la foto de Wimbledon de este año, la primera edición del torneo en la que se permite a las competidoras llevar shorts de color oscuro bajo sus conjuntos totalmente blancos. Crédito: Patrick Smith/Getty Images
Clare Hanlon, profesora del Instituto de Salud y Deporte de la Universidad Victoria, cree que cambiar las normas sobre los uniformes femeninos puede “marcar la diferencia en cuanto a participación”. De las 44 mujeres y chicas australianas a las que encuestó, el 48% afirmó que los cambios en las políticas sobre uniformes, como cambiar los shorts blancos por otros colores, les habían animado a seguir practicando su deporte.
Hanlon reconoció que el tamaño de su muestra era pequeño, pero explicó: “Necesitábamos algo rápido para decir: ‘Bueno, ¿merece la pena cambiar?’ Porque hasta dentro de un par de años no se sabrá realmente el impacto. Así que, basándonos en los cambios realizados, queríamos saber: ‘¿Qué opinas? ¿Te ayudará esto?'”.
“Se trata de demostrar que marca la diferencia. Puede ser no llevar shorts blancos, puede ser, sobre todo, tener la posibilidad de elegir lo que quieres ponerte para sentirte cómoda”, añadió Hanlon.
Según Smith, una de las razones por las que muchas jóvenes y adolescentes abandonan los deportes es porque sus cuerpos cambian al llegar a la pubertad.
“Me imagino que si soy una chica joven que tiene la regla por primera vez y llevo shorts blancos, eso sólo me generará más ansiedad”, dijo Smith, quien cree que los cambios en la política de uniformes tendrán un impacto positivo en las futuras generaciones de atletas femeninas.
“Me entusiasma ver que las mujeres hacen esto en la cima del deporte, sabiendo que esto tendrá un efecto que llegará a las chicas en la universidad, las chicas en ligas más jóvenes —dijo—. También es de esperar que las chicas jóvenes tengan cambios en los uniformes que lo reflejen, para que permanezcan más tiempo en el juego”.
Retos pendientes
El abandono de los shorts blancos puede ser el primero de muchos cambios de diseño que se apliquen en el deporte femenino.
Aunque se han hecho algunos avances para adaptar el ajuste y el color de los uniformes de fútbol femenino, en parte para abordar las diferencias entre los atletas masculinos y femeninos, quedan otros problemas. Por ejemplo, las jugadoras siguen usando en su mayoría calzado de fútbol que fue diseñados inherentemente para hombres, a pesar de que las investigaciones sugieren que la calibración de los zapatos puede estar contribuyendo a las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) en las mujeres.
Eugenie Le Sommer, de Francia, uno de los varios equipos que han cambiado los shorts blancos por otros de color oscuro en la Copa Mundial de este año. Crédito: Justin Setterfield/Getty Images
Antes de la Copa Mundial Femenina, Nike dio a conocer un calzado de fútbol de nuevo diseño, creados específicamente para mujeres, que incorporan cambios que Melton cree que reducirán el riesgo de ciertas lesiones.
“Nike lo estudió y (dijo): ‘Oh, podemos cambiar la forma de nuestros zapatos’. Y eso reduce las lesiones —dijo Melton—. Por fin, la gente ha abierto los ojos porque las atletas han sido unas defensoras increíbles de estas causas”.
Y concluyó: “Creo que estamos en un momento de la historia en el que se va a ver más inversión, y eso va a tener un efecto dominó en el deporte femenino”.
Fuente: CNN